
Muriel:
Escribo estas líneas para Muriel en mayo de 2025, después de haberla visto interpretar a Tituba, en
una
de las funciones de la versión de Las brujas de Salem, de Artur Miller, bajo la dirección de Manolo
Orjuela. ¡¡¡Cuánto has crecido querida Muri!!! Desde que fuiste una de mis estudiantes de
principios de
actuación II, en el ciclo 2210, siempre consideré que tenías una fuerza física arrolladora. Te
mencioné
alguna vez que, si bien esa fuerza era importante, también lo era el trabajo de la voz y en el
ensamble
que menciono, siento que ese crecimiento se ha dado.
En el ciclo 2430, nos reencontramos en la clase de técnica básica de clown, que compartimos como
docentes con la maestra Viviana Bernal. En esta clase, se busca que les estudiantes desarrollen las
destrezas técnicas para la ejecución en el lenguaje del clown y gracias al entrenamiento intenso que
se
ejecuta en las sesiones, cada ejecutante va fortaleciendo su práctica y además va encontrando esas
particularidades que les hace ser cómicos y únicos en el escenario.
Pude darme cuenta, desde las primeras clases, que para Muriel no era fácil la comprensión de la
técnica.
La duda, el miedo a exponerse frente a sus pares, entre otros aspectos, le jugaron en contra en
varias
ocasiones y siempre la invitación fue a que asumiera los riesgos a que invita esta práctica. Para su
fortuna, tuvo a un grupo de compañeras y compañeros que la motivaron e invitaron a “lanzarse al
vacío” y
poco a poco fue adquiriendo mayor confianza cuando debía realizar sus ejercicios. Debo destacar,
por
supuesto, que siempre existió la rigurosidad del trabajo físico, pues hay en ese terreno, un espacio
inmenso en el que Muriel nada como pez en el agua.
Posterior a esta experiencia, pude disfrutar de la interpretación que hizo, en la versión clown del
ensamble titulado Terror y miseria en el país más feliz del mundo, bajo la dirección de la maestra
Viviana Bernal. Esta fue una oportunidad para apreciar, de primera mano, cómo Muriel aplicó lo
aprendido
en la técnica básica de clown y en la de teatro gestual. Percibí sus distintas maneras de abordar
las
escenas, fui testigo del manejo de su escucha y del goce que le generaba al exponer su
vulnerabilidad
ante los participantes (espectadores.)
Celebro que hayas vivido estas experiencias de la experimentación y de la creación escénica y aunque
intuyo que lo que te moviliza es el teatro físico, recuerda que la palabra también es vital en
nuestro
oficio. Observando tu trabajo en Las brujas, se evidencia que tienes una mayor comprensión sobre la
técnica de la actuación, asumiste riesgos importantes en la creación de tu personaje y por, sobre
todo,
pude ver a una intérprete que ama su oficio, que lo sufre, que lo llora y lo ríe.
Hoy, cuando estás muy cerca de terminar este corto e intenso viaje en el programa de artes
escénicas,
quiero expresarte mis felicitaciones e invitarte a que no bajes la guardia, recordarte que el exceso
de
confianza es perjudicial en nuestro oficio.
Te deseo lo mejor en todo aquello que te propongas.
Abrazo